viernes, 9 de octubre de 2009

Testigo y artífice de mi desgracia.

En el día de hoy la gente de RRHH me convocó para ser uno de los fiscales/testigos del sorteo del día de la madre que organizaron.
Había 12 premios y 60 concursantes.
Se veía venir, no gané nada.
Al menos estar presente me hizo saber que la decisión fue azarosa y no a dedo, aunque 2 personas pertenecientes al departamento organizador salieron beneficiados con esos premios. Lo cual por despecho me hizo sentir que nada está librado al azar en esta vida.
Seguiré participando... hasta que compruebe la verdad.