viernes, 26 de febrero de 2010

Sigue

Abandoné durante un tiempo el mantenimiento de esto, que no es un blog, pero eso no significa que mi interminable búsqueda del éxito fortuito y gratuito haya llegado a su fin. Todo lo contrario. Continué embarcandome en cuanto sorteo, concurso o rifa se haya cruzado por mi camino. Por supuesto, no gané nada.
También descubrí que mi mera presencia no sólo es por sí misma sinónimo de desgracia, sino que también representa para los demás un factor de fortuna. Descubrí esto no en la primera sino en la segunda oportunidad en la que fui testigo de uno de los sorteos de la empresa donde, al igual que en la vez anterior, dos de las personas presentes en la oficina salieron beneficiadas con jugosos premios. Sobre un total de 6 personas en la oficina, incluyéndome a mi, por segunda vez consecutiva, dos personas salieron beneficiadas y yo no.
De los más de 50 empleados que eligieron participar en el sorteo, sólo seis se encontraban allí, uno de ellos era yo, y en dos oportunidades, dos de ellos ganaron y yo no.
Entienden eso en porcentaje? Lo peor, es que de esos seis sólo 1 persona varió. Por lo que de un total de 7 personas, 4 de ellas ganaron y tres no. una de las cuales no estuvo en el primer sorteo.
Espero que lo piensen y hagan sus cálculos.

Cada vez me convenzo más de que el éxito no es lo mío.


Seguiremos adelante.