miércoles, 16 de octubre de 2013

Back in the chair

Han pasado tantos meses desde la última vez que escribí algo que el músculo intelectual que permite que mis dedos cuenten mis ideas se encuentra extremadamente atrofiado. Pero esto no es un blog, así que se me permiten dos cosas, principalmente: no escribir durante años y que lo que escribo sea una basura. Oh sí.
Hace tiempo que tengo ganas de escribir, de desperezarme, estirar los brazos y dejarlo fluir, como antes. Pero no he encontrado un tema puntual a desarrollar. En general siempre me he volcado a un tipo de escritura crítica. En sí, está en mi esencia ser un crítico de la vida. Disfruto escribiendo críticas, disfruto quejándome de los males inevitables de ser humano. Y no es que últimamente no haya sufrido ningún mal, oh no, he sido impactado por el incesante oleaje del más profundo y embravecido océano de los males. Pero también me han pasado cosas demasiado buenas para ser ciertas. La vida es un tren que pasa mientras te estás lamentando por algo malo que te ocurrió y de repente te sucede algo bueno, o no tan malo… y ahí pasa el tiempo. A mí me ha pasado eso. Ha pasado el tiempo velozmente, llevándose muchas cosas y trayendo otras tantas, sin darme oportunidad de sentarme a escribir y quejarme del mundo. Pero por alguna razón aquí estoy, intentando volver a permanecer sentado, al menos un rato.
En fin, estoy contento de haber escupido palabras en una hoja en blanco, eso siempre es algo bueno.
Vamos a ver qué elemento elijo de mi extensa lista de mierdas diarias que uno se ve forzado a vivir para poder seguir ejercitando esto de la escritura.
Hasta luego.

1 comentario:

  1. Por qué será que siempre hablamos más de lo malo que nos pasa que de lo bueno?

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